En las tres décadas recientes, el Estado mexicano "ha claudicado en su responsabilidad de impulsar y apoyar la educación superior pública", situación que ha provocado que cada año sean miles los estudiantes rechazados de instituciones públicas, así como la proliferación de escuelas privadas que hoy concentran a la tercera parte de la matrícula total en ese nivel, coinciden en señalar expertos.