La colaboraci?n estatal es necesaria para el ?xito del procedimiento
arbitral y no debe existir contraposici?n alguna entre la esfera
arbitral y la jurisdiccional, excepto cuando se de un mal uso de
las garant?as que ofrecen los tribunales, se intente desvirtuar cualquier
cl?usula que otorgue competencia a un ?rbitro o se practique una
utilizaci?n del arbitraje que no responda a sus principios esenciales.
No puede extra?ar que en los ?ltimos tiempos se asista a una tendencia
por parte de los legisladores internos a limitar la intervenci?n
del juez estatal en el arbitraje, de lo que es buena muestra la Ley
modelo Uncitral. Tres son las interacciones posibles de una jurisdicci?n
en el arbitraje, en curso o ya finalizado. En primer lugar, el juez
nacional puede ser llamado a intervenir en apoyo del arbitraje, completando
la competencia de los ?rbitros en cuestiones vedadas a sus posibilidades.
En segundo lugar, el juez nacional retiene una competencia natural
de control del laudo ya dictado y cuya utilizaci?n es dispositiva
para las partes. Por fin, el juez nacional puede encontrarse ante
la necesidad de pronunciarse sobre su propia competencia, en los
casos en que una de las partes, en incumplimiento del convenio arbitral
pactado, interpone demanda judicial. En todos los casos el juez nacional
va a valorar la regularidad del arbitraje, aunque es cierto que en
muy diferente medida: es obvio que existen diferencias notables entre
la adopci?n de una medida provisional, asociada a un arbitraje, y
la declaraci?n de incompetencia o la resoluci?n de un recurso de
anulaci?n. Desde este punto de vista, debe tenerse presente que el
arbitraje en s? mismo, como instituci?n jur?dica, ?nicamente pretende
la mejor resoluci?n de controversias mercantiles que surjan entre
los operadores del tr?fico comercial internacional. En este sentido,
las relaciones entre arbitraje y jurisdicci?n estatal se ven marcadas
por dos principios rectores. Por un lado, la eficacia del arbitraje
como medio final y vinculante de resoluci?n de controversias y, por
otro, la seguridad jur?dica de los participantes y el respeto, en
cada paso procesal, de sus derechos fundamentales, materializados
en la regularidad formal y material del arbitraje. De la interacci?n
de ambos principios resulta una realidad fundamental que se apreciar?
a lo largo de este curso. La intervenci?n tanto del juez de apoyo
como del juez de control, debe ser enfocada de manera funcional y
no s?lo por las propias jurisdicciones estatales, sino tambi?n por
los ?rbitros. Es uno de los puntos de partida esenciales para establecer
la bases de una verdadera colaboraci?n entre las instituciones.
La collaboration ?tatique est n?cessaire au succ?s de la proc?dure
d?arbitrage et il ne doit pas exister d?opposition entre les sph?res
arbitrale et juridictionnelle, except? lorsqu?une mauvaise utilisation
est faite des garanties offertes par les tribunaux, lorsque l?on
tente de d?naturer une clause attributive de comp?tence ? un arbitre
ou lorsque l?usage qui est fait de l?arbitrage ne correspond pas
aux principes essentiels de cette institution. Il ne faut gu?re s??tonner
de ce que, derni?rement, les l?gislateurs nationaux aient eu tendance
? limiter l?intervention du juge ?tatique dans l?arbitrage, ce qu?illustre
bien la loi-type de la CNUDCI. Trois interventions du juge sont envisageables
dans un arbitrage en cours ou achev?. En premier lieu, le juge national
peut ?tre appel? ? intervenir au soutien de l?arbitrage, compl?tant
la comp?tence des arbitres pour des questions qui exc?dent leurs
attributions. En second lieu, le juge national est naturellement
comp?tent pour contr?ler la sentence rendue qui lie d?sormais les
parties. Enfin, le juge national peut ? tout moment ?tre appel? ?
se prononcer sur sa propre comp?tence, toutes les fois qu?une partie,
en violation de la convention d?arbitrage, exerce un recours judiciaire.
Dans tous les cas le juge national contr?lera la r?gularit? de l?arbitrage,
mais de fa?on fort diff?rente : de toute ?vidence, il existe des
diff?rences notables entre l?adoption d?une mesure provisoire associ?e
? un arbitrage et une d?claration d?incomp?tence ou le r?glement
d?un recours en annulation. De ce point de vue, il convient de rappeler
que l?arbitrage consid?r? en lui-m?me, en tant qu?institution juridique,
a pour seul objet un r?glement plus satisfaisant des litiges qui
surgissent entre les op?rateurs du commerce international. En ce
sens, les relations entre arbitrage et juridictions ?tatiques ob?issent
? deux principes directeurs. D?un c?t?, l?efficacit? de l?arbitrage
en tant que mode d?finitif et contraignant de r?glement des litiges
et, de l?autre, la s?curit? juridique des parties et le respect de
leurs droits fondamentaux ? chaque ?tape de la proc?dure, concr?tis?
par la r?gularit? formelle et mat?rielle de l?arbitrage. De l?interaction
entre ces deux principes na?t une r?alit? fondamentale qui prendra
corps tout au long de ce cours. Pour cette raison, l?intervention
du juge d?appui comme du juge de contr?le doit ?tre envisag?e de
mani?re fonctionnelle, non seulement par les juridictions ?tatiques
elles-m?mes mais aussi par les arbitres. Il y a l? un pr?liminaire
essentiel ? toute tentative de jeter les bases d?une v?ritable collaboration
entre institutions.